¿Cuándo decimos que nuestro hijo "se adaptó bien al jardín"?
No existe una receta mágica, ni un manual de instrucciones para explicarlo.
Si podemos compartir algunas pautas para que junto con sus vivencias particulares, las puedas ir pensando y evaluando.
Cada niño o niña es único (a) y diferente.
Posee una historia y una familia con sus particularidades.
- La adaptación no es un hecho que se da de un día para el otro.
- Es un proceso gradual y progresivo a veces con altibajos, (idas y vueltas)
- Puede durar semanas.
La adaptación es una situación activa llena de emociones, miedos, ansiedad, dudas, deseos que se dan simultáneamente.
"QUIERO, pero NO QUIERO quedarme",(aunque a veces no puedan expresarlo con palabras.)
Por un lado está el deseo de conocer o reencontrarse con amigos, por el otro, el temor a separarse de mamá, o papá o la abuela o el abuelo o alguna persona de su confianza que los trae.
También surge la necesidad de que quien los trae al jardín, pueda permanecer unos segundos cerca, para "asegurarse" que todo y todos, están bajo su "control".
Sugiero a los papitos y mamitas, acompañantes en este proceso de adaptación:
-No alarmarse, es un proceso normal
- Requerirá un poquito de tiempo, deberán tener paciencia
- No enojarnos, porque "NO se queda o QUIERE irse". Esto es esperable y es parte de su tiempo interno
- Nunca llevarlos de vuelta a casa porque no se quieran quedar. Recuerden que al cabo de 10 ó 20 minutos después que los dejan, ellos son capaces de participar activamente de toda actividad.
-Seguir las pautas de las tías del jardín, hasta que sea el momento de poder despedirse de la mejor manera posible. Sin angustias, sin llantos prolongados.
Tengan en cuenta que pueden aparecer repentinos "dolorcitos de estómago" o fiebres, dificultades en la alimentación, u otras conductas, asociadas con este nuevo desafío de iniciar o recomenzar el jardín, hasta lograr adquirir el ritmo, aceptación y la tranquilidad necesaria hacia la cual se apunta, para disfrutar con todos los sentidos de esta nueva experiencia.
Ante cualquier situación particular que les llame la atención, o ante cualquier inquietud que ustedes tengan, no duden en comentarla, ya sea a través del cuaderno de comunicaciones o de manera personal.
Un buen jardín mira, cuida y acompaña a sus pequeños para que vivan este proceso de la mejor manera posible.
"La adaptación nos involucra a todos, Tías, niños(as), familia e institución. Cada niño (a) es único y diferente del resto".
Esperando estos consejos e información les sea de utilidad, se despide afectuosamente
Tía Jéssica Gallardo Fernández.
Educadora de Párvulos
Profesora de Educación Básica
Especialista en currículum y evaluación escolar.
